8 Producción escrita (Escribir)
Objetivos
- Reconocer las características de un texto periodístico: la reseña.
- Reconocer una situación de comunicación previa a la redacción del texto (su condición de emisor, características del público, la finalidad, el tema).
- Redactar una reacción personal o ensayo reflexivo.
- Diseñar el escrito: generar ideas, delimitar el tema, elaborar su idea rectora, construir cuantos borradores sean necesarios, elegir las demostraciones.
- Organizar el escrito: agrupar en párrafos, jerarquizar los temas.
- Revisar el escrito: Adecuación al plan y al diseño
- Revisión externa: Aspectos ortográficos y gramaticales.
Introducción
Según Neyssa Palmer, en su módulo “Los elementos fundamentales de la reseña”, en una reseña “resumes lo que lees, miras o escuchas –dependiendo del tipo de reseña– y expresas con objetividad tu juicio crítico, valorativo –positivo y negativo– del contenido. Trabajas, pues, con un discurso planificado que es fundamentalmente expositivo y argumentativo”.
Las reseñas son parte importante de la escritura de temas culturales de periódicos y revistas. Julia de Burgos, mientras estuvo en Nueva York y colaboró con la revista Pueblos Hispanos produjo numerosas de estas reseñas. Aunque el escrito que leerás a continuación (Texto 1) no cumple necesariamente con los parámetros que se usarían para redactar una reseña de un concierto hoy día, tiene varios de esos elementos y, además, tiene un valor histórico, cultural y testimonial de mucha importancia para nosotros, los/as puertorriqueños que queremos profundizar en la obra y pensamiento de nuestra poeta nacional.
El Texto 2, en cambio, es un ensayo reflexivo, que Elsa R. Arroyo Vázquez en Leer para escribir… define así:
El ensayo reflexivo es un escrito en respuesta o reacción a un texto o a cualquier otra experiencia educativa. Se redacta como un comentario subjetivo, una reflexión más o menos espontánea o impresionista, afectiva, pero que demuestra destrezas de observación y análisis. Está a medio camino entre un escrito informal y un ensayo formal. Suele tener una extensión de entre una a tres páginas, dependiendo de las instrucciones ofrecidas para el escrito. Debe cumplir con los requisitos establecidos para estructurar cualquier ensayo (párrafos y oraciones bien construidas y con sentido de introducción, desarrollo y conclusión), aunque el tono suele ser ligero o informal. Sirve para comenzar a explorar temas o a desarrollar opiniones o hipótesis que más adelante podrías demostrar en algún escrito más formal que requiriera investigación (1996: 717).
Este es un tipo de escrito muy utilizado en la universidad y en las escuelas graduadas. Puedes imaginar que su popularidad obedece a que combina la subjetividad con el análisis, lo que permite a quien escribe afinar sus criterios para opinar y comunicar su parecer a sus lectores. En el caso de quien lee le permite acceder a los juicios y al razonamiento del escritor o escritora. Es, pues, un ejercicio académico muy válido que te conviene practicar.
FOCUS DESPLAZAMIENTO
Incluso redactando textos pertenecientes a géneros públicos, como la reseña o el ensayo, Julia de Burgos logra mediante su subjetividad desplazarnos a la esfera íntima de su escritura, lo cual, si te fijas bien, no les resta objetividad a sus escritos.
Texto 1. El concierto de Narciso Figueroa
En verdadera fruición de arte se hicieron cita espiritual y material en la noche del pasado domingo 16 de julio, en el Master Theatre, numerosas y entusiastas miembros de la Colonia Hispana de Nueva York, para escuchar al gran músico puertorriqueño Narciso Figueroa, que como pianista ha llegado a la cumbre del reconocimiento internacional.
Fue este el primero de una serie de actos culturales que organiza PUEBLOS HISPANOS, atento siempre a reconocer en cada manifestación de la cultura un pilar indiscutible en la evolución de las colectividades y en la superación constante del hombre física y moralmente.
Este acto cumplió el cometido que nos propusiéramos, abriendo la emoción de nuestros pueblos hispanos a la armonía de su propia música, interpretada por uno de sus más grandes valores musicales en este ramo. Narciso Figueroa quiso llegar al mismo corazón de su raza, y en particular de su pueblo puertorriqueño, como ha llegado al corazón internacional de su arte. Quiso localizarse en España e Hispanoamérica, luego de haber corrido todo un mundo musical con los grandes maestros de todos los tiempos. Se partió en cadencias de evocación íntima y personal para todos los que le escuchaban, bien en la vibrante música de Falla como en la ternura melancólica de una danza puertorriqueña. Prestó sus manos líricas, en total ofrenda musical, al alma de los pueblos apretados en una misma tradición, y en una misma lengua y en una misma esperanza, y su gesto fue objeto de infinito aprecio. El aplauso caluroso y potente de su público constató la gran acogida al artista y el cariño de todos los que al terminar lo rodearon para abrazarlo y felicitarlo, dio muestras de su posición espiritual en el seno de la Colonia Hispana de esta ciudad.
Grande es nuestro júbilo y satisfacción al haber podido ofrecer a nuestros hermanos españoles e hispanoamericanos, y en especial a Puerto Rico, esta noche de arte en la persona de nuestro ilustre Narciso Figueroa.
(Pueblos Hispanos, edición del 29 de julio de 1944, vol. II, no. 76, p. 9)
Actividad 1. Las características de una reseña
Palmer, en el citado módulo, señala que una reseña tiene tres partes:
- la identificación;
- el resumen;
- la crítica.
Lee cuidadosamente el texto de Julia de Burgos y trata de identificar en qué partes del escrito reconoces que la autora identifique el objeto de su reseña, que resume lo que presenció en la actividad y que lo enjuicie.
IdentificaciónIdentifica todo lo que hay en el texto utilizando el siguiente esquema:
¿La información que incluye la autora es suficiente para cumplir con una identificación cabal de Narciso Figueroa dentro del mundo de la música? Este cuestionamiento es importante porque la identificación que hace Julia de Burgos es subjetiva. Señalar a Narciso Figueroa como “un pianista que ha llegado a la cumbre del reconocimiento internacional” podría ser una verdad, expresada de manera subjetiva porque no se le ofrece al público lector datos que sustenten esa aseveración. |
ResumenLee nuevamente la reseña y localiza todas las oraciones donde crees que la autora resume (por ej., “Al leer el texto me parece que la parte donde de Burgos comenta: ‘abriendo la emoción de nuestros pueblos hispanos a la armonía de su propia música’ puedo entenderlo como que inicia su resumen señalando que el concierto fue de música hispanoamericana”). |
CríticaRecorre el texto y busca las partes que enjuician. Determina si la crítica es favorable, desfavorable o si combina la mención de elementos favorables y desfavorables. Usa todo ese análisis para concluir qué posición comunica Julia de Burgos frente al evento que reseña. Demuéstralo con citas textuales que te sirvan de evidencia. Si has leído con cuidado, notarás que su posición está muy clara.
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Actividad 2. La situación comunicativa
Los textos del tema dedicado a la escritura periodística de Julia de Burgos te pueden servir para imaginar la situación comunicativa en la que la autora produjo sus textos. Veamos:
La emisoraCon lo que ya conoces de la escritura de Julia de Burgos, ¿cómo la describirías como escritora? |
El públicoLa revista Pueblos hispanos circuló entre el 13 de febrero de 1943 y el 7 de octubre de 1944. La dirigía el poeta cialeño Juan Antonio Corretjer, quien expresó su propósito de “mejorar las relaciones entre las Américas mediante la difusión de las culturas hispánicas”. |
La finalidadSi juntas todo el análisis que has hecho poco a poco en este ejercicio, no se te hará difícil inferir la finalidad que tenía Julia de Burgos al escribir estos textos. Analiza primero el ejemplo que proponemos y decide si es una finalidad válida para el texto: “Después de leer esta breve reseña creo que Julia de Burgos pretendía hacerle una promoción a Narciso Figueroa para que patrocinaran sus conciertos”.
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Texto 2. En la cantina de la juventud
Comai Sica recuerda todavía el agua cristalina de la quebrada donde meses atrás se ganaba el sustento blanqueando la ropa de sus vecinos más desahogados económicamente, en un campito de Puerto Rico. Su alma tan cristalina como el recuerdo del agua que no pocas veces le nubla los ojos tristes y apagados. Más de treinta años lavando sobre las lajas, con la ayuda de su paleta, hacen de su estancia en Nueva york, un nudo de nostalgias que muchas veces le aprieta el paso y la deja como tonta en cualquier esquina del mercado de “Park Avenue”, donde día a día regatea las verduras y demás alimentos para la casa donde vive.
Porque Comai Sica ya no tiene casa. Vive arrimada a un hijo, que hace muchos años salió de su lado en Puerto Rico para buscar fortuna en Nueva York. A la pobre vieja se le fue muriendo el perro, las gallinas poco a poco se le acabaron, la vaquita se le “ahorcó” y la talita de legumbres y vegetales se le volvió un malezal por falta de manos que la cultivasen. Comai Sica, sintiéndose fuerte todavía, pensó que lo mejor sería echarse por el barrio a buscar más ropa para poder sostenerse y de vez en cuando llevarle un regalito a alguno de sus ahijados.
Lavar, lavar mucho, buscar nuevos clientes, era su única salida. Y se tiró a su faena. Logró nuevos trabajos. La laja se hizo pequeña para tender la ropa enjabonada. Al pasto tuvo Comai Sica que parar con sus sábanas. A distancia, la quebrada parecía engalanada con un lazo blanco. Las pomarrosas encontraron alfombras para sus saltos.
Comai Sica tuvo una semana de bonanza. Pero ya la paleta cansaba mucho. La vejez y el aumento de ropa acababa con ella. Recurrió a las “tusas” de maíz, pero estas no eran tan efectivas como la paleta. Una mañana, algo pensó Comai Sica que la estremeció. Un pensamiento había herido su orgullo de lavandera. Había pensado en el casco de coco. Ella sabía que el casco de coco limpia, pero destruye la ropa. No se imaginaba traicionando así su prestigio lavanderil. Pero llegó un día en que Comai Sica echó el orgullo a un lado y se surtió de cascos. La ropa temblaba bajo sus impulsos. El resultado no tardó en verse. La ropa de los clientes fue menguando. Los mismos colonos que hacía años deban su ropa a Comai Sica se fueron retirando. La reacción de la mujer era dos veces trágica, pues se daba perfecta cuenta de las causas de su situación. Meditó volver a la paleta. Pero ya su orgullo estaba pisoteado. Escribió alarmada a su hijo que estaba cargado de hijos en Nueva York. El respondió a su llamada, y a los pocos días ya tenía Comai Sica su pasaje separado para la tierra de promisión.
Es una noche caliente y húmeda en Harlem. Los muchachos andan realengos por las calles perezosos. Rondan frente a las barras presenciando escenas no saludables para sus mentes y sus emociones. Hay un sitio que contrasta con la nota ambiental antes expuesta. Es la “Cantina de la Juventud” que inaugura sus actividades en un espacioso salón sitio en la esquina suroeste de la Avenida Lexington y la calle 103. Una señora medio huraña sube las escaleritas del local acompañada de dos niñas de unos quince o dieciséis años. En la puerta la saludan simpáticas señoritas que conducen a las niñas por todo el salón, presentándoles otras jovencitas y jovencitos que entusiasmados bailan al compás de alegre música. Otra joven conduce a la señora a un asiento al lado de otras personas mayores que han venido a acompañar a sus hijos o familiares. Todos comentan sobre la obra constructora de esta Cantina, instituida por el “Consejo Coordinador del Precinto 23”, y, encaminada a proporcionar un inspirador sitio de recreo a los jóvenes hispanos de catorce a diez y nueve años. Se enteran que la Cantina estará abierta los lunes, miércoles y viernes, de ocho a once de la noche y que la entrada es gratis.
Todos los padres se miran unos a otros, y al igual que sus hijos que frente a ellos se divierten, entablan una cordial camaradería. La señora huraña poco a poco se va sintiendo en su casa. La mirada se le vuelve agua, mirando a sus dos niñas corretear el salón en dulce alegría. Una de ellas se le acerca y le besa en la frente.
“Abuelita”, le dice.
Ella sube su mirada de agua ante la dulce palabra que nunca oyó decir en Puerto Rico, dirigida a ella. Allá era Comai Sica. Ahora es “Abuelita”, pero nunca olvidará su quebrada ni su paleta, ni sus riscos morenos.
(Pueblos Hispanos, edición del 5 de agosto de 1944, vol. II, no. 78, p. 2)
Actividad 3. Estudiar el texto
Lee cuidadosamente este texto de Julia de Burgos. Fíjate en su estructura y en el género al que pertenece. Estudia la situación comunicativa, usando el esquema del ejercicio anterior y reflexiona sobre la finalidad que puedes inferir. Todo eso te ayudará a comprender mejor este escrito que incluye información que puede serte tan lejana, tanto en tiempo, como en espacio. Trata de explicar qué etapa histórica puertorriqueña refleja este texto y de relacionarlo con otros textos puertorriqueños que trabajan una temática parecida. Una vez sientas que comprendes y ubicas bien el texto, prepárate para redactar un primer borrador de tu reacción reflexiva sobre él.
Actividad 4. Producir un ensayo reflexivo
Pasemos a trabajar el proceso de producir un ensayo reflexivo. Para ello debes:
- tener un tema, que en este caso corresponde al asunto que has elegido para reflexionar;
- generar ideas, para lo cual te sugerimos que construyas una lista, o un bosquejo, o un mapa de ideas, según lo que prefieras;
- delimitar tu público y definir claramente qué buscas en tu público;
- decidir cómo te quieres proyectar.
Siguiendo este esquema, tendrás gran camino recorrido para tu escrito. A continuación, debes comenzar a producir tu primer borrador. Recuerda que un borrador es el primer intento de producir un escrito. De ninguna manera te debes plantear que tu escrito saldrá de un tirón, ni menos que la única revisión que requieres después de haberlo escrito de una es la revisión gramatical.