5 Comprensión oral (Escuchar)

Objetivos

  • Anticipar y predecir lo que comunica la emisora.
  • Inferir el público y el objetivo del texto que se escucha.
  • Identificar la función de las transiciones y las repeticiones.
  • Establecer conexiones entre el texto y el paralenguaje.
  • Inferir detalles significativos para la comprensión del texto.

Introducción

Examinar los textos en prosa de Julia de Burgos puede resultar sorpresivo para una audiencia acostumbrada a relacionarla principalmente con el género de la poesía o, a lo sumo, con las famosas cartas a su hermana Consuelo. Pensarla como escritora de ensayos, entrevistas o reseñas no siempre es una realidad en las esferas académicas o escolares donde se estudie su obra. En esta sección del libro, además de proponer la práctica de destrezas para la comunicación oral y escrita utilizando sus textos en prosa, quisiéramos aprovechar para que también aprendas sobre esta otra faceta de su escritura. Aunque no fue mucho lo que escribió para el semanario Pueblos Hispanos, de donde provienen los artículos periodísticos que te compartimos, vale la pena seguir estudiando los textos que tenemos, sobre todo, para entender cómo una puertorriqueña desplazada a la ciudad de Nueva York en la década del 1940 pensaba e interactuaba con el mundo de entonces. Ver sus escritos a la distancia que el tiempo confiere nos ayuda también a ver cómo la lengua y la forma en que nos aproximamos a ella ha cambiado.

Julia de Burgos en sus diversos desplazamientos geográficos siempre procuró tener trabajos relacionados con el arte de la escritura. Cuando estuvo en la ciudad de Nueva York participó de la vida cultural de esa ciudad y trabajó como reseñista para el semanario Pueblos Hispanos. Qué maravillosa relación de intimidad con las palabras. No importa donde estuviera, estas eran su hogar.

 

Ahora bien, hay otro aspecto sumamente interesante que se desprende de los textos periodísticos de Julia de Burgos. Es su carácter oral, que quisiéramos examinar como parte de la adquisición y práctica de las destrezas de comprensión y producción oral en los próximos dos capítulos. No es de extrañar esta cualidad oral en su obra. Si consideramos exclusivamente su poesía, es obvio que el factor oral está presente en la lectura y declamación de los poemas. Sin embargo, nuestra poeta incursionó en la creación de textos pensados para transmitirse oralmente. En 1935, por ejemplo, colaboró con la Escuela del Aire, un proyecto educativo parecido a lo que hoy día conocemos como educación continua. Para esa programación radial escribió unos cuatro libretos, uno de los cuales se examinará más adelante. En 1936, por otro lado, escribió un discurso titulado “La mujer ante el dolor de la patria” que leyó en los actos conmemorativos del Grito de Lares. Sabemos, además, que cuando trabajó en el semanario Pueblos Hispanos, como parte de sus tareas, asistió a conferencias y recitales. También entrevistó a un variado grupo de artistas (músicos, pintores, declamadores) que se encontraban en la ciudad de Nueva York. La tarea de reseñar conferencias y recitales, así como la de resumir las entrevistas que llevó a cabo requirieron de ella una cuidadosa atención sobre los procesos de la producción y comprensión oral. Y, por último, no podemos dejar pasar uno de los datos más importantes: Julia de Burgos fue maestra de escuela elemental. Por supuesto que escuchar y hablar fueron habilidades lingüísticas que, sin duda, trabajó con sus alumnos.

Pueblos Hispanos

Este fue un semanario que se publicó en la Ciudad de Nueva York entre el 1943 y el 1944. Fue dirigido por el poeta puertorriqueño Juan Antonio Corretjer. Julia de Burgos era la encargada de la sección de arte y cultura. El material que se publicaba tenía como objetivo servir de apoyo y mantener informada a la comunidad hispana de entonces.

 

Julia de Burgos fue maestra en los años 30 del siglo pasado. Imagínate qué diferente habría sido todo entonces. No por ello deja de ser útil e interesante aproximarse a sus artículos periodísticos como vehículos para hacerte consciente de la importancia que escuchar y hablar tienen en los espacios académicos y profesionales. Hoy día, la educación de vanguardia promueve la adquisición de destrezas de comunicación oral que son esenciales para la formación de los alumnos, especialmente en ambientes donde enseñar acción participativa es primordial. No obstante, en los ámbitos escolares y universitarios tradicionales solemos descuidar la habilidad de escuchar, tan importante en la vida académica, profesional y ciudadana. Daniel Cassany et al. afirman al respecto: “Posiblemente la imagen más popular de alguien que está escuchando es el auditorio silencioso de una conferencia, que presta atención a lo que se dice. Sin embargo, la comprensión oral no es, en la mayoría de las ocasiones, una actividad pasiva o silenciosa, ni tampoco un parlamento formal es la situación más habitual” (Enseñar lengua, p.100). ¡Cuánta razón hay en esa afirmación! De forma parecida a la comprensión escrita, cuando escuchamos, establecemos mecanismos para interactuar con lo que escuchamos porque es la forma que tenemos para comprender. Ese proceso no tiene nada de pasivo.

Mientras más activamente te relaciones con lo que escuchas, mejor será tu comprensión del mensaje que recibes. Además de las ayudas que te proporciona el entender las palabras que construyen el mensaje, otras herramientas efectivas para la comprensión son: compartir un mismo contexto y saber interpretar los significados del lenguaje corporal. Sin duda alguna, también ayuda darte cuenta de que llevas tu situación, tus interpretaciones, tus experiencias y tus estados de ánimo al ámbito en el que se da la comunicación.

Todo lo anterior lo vamos a explorar por medio del análisis de dos textos pensados desde la oralidad. En primer lugar, “Con Josephine Premice…Y su arte folklórico haitiano”. Este escrito de Julia de Burgos no se desarrolló con un público en vivo. Es decir, es un texto que se construyó para ser leído por el público lector de Pueblos Hispanos, aunque fue producto de la entrevista, en inglés, que de Burgos le realizó a Josephine Premice. Esta información nos invita a pensar en el proceso oralidad-escritura. También en el proceso de traducción, aunque no trabajaremos en ese aspecto. El segundo texto, “Puerto Rico en el alma de un niño” nos cuenta sobre una charla que la poeta dio en Cuba, específicamente en Ceiba de Agua. Invitada por unos artistas, profesores de arte del Instituto Cívico Militar, la autora cuenta lo que llevaba preparado para su público. Comparte con los lectores todo el contexto en el que se da su llegada al lugar de la actividad. Quien lee se percata tanto de la emotividad que precede su participación en el acto, como del esmero con el que se anticipa a su encuentro.

Los artículos periodísticos que aquí incluimos destacan la vida de personas marcadas por el desplazamiento. En primer lugar, tenemos a la artista Josephine Premice, nacida en Brooklyn, pero hija de refugiados políticos provenientes de Haití. En segundo lugar, a un niño de Carolina, Puerto Rico, que en los 1940 se encontraba en Cuba becado por el Instituto Cívico-Militar. Si quisiéramos, podríamos ver en ellos un pedazo de la Julia de Burgos que sabía lo que era vivir desplazada.

 

Con Josephine Premice…Y su arte folklórico haitiano

Para indagar más sobre la vida fascinante de esta artista de origen haitiano, te recomendamos: Josephine Premice and the Tightrope of Race and Talent. La siguiente entrevista también:  “Josephine Premice , Lena Horne: In Her Own Words”. Te sorprenderá saber que en la página de presentación de la Embajada Haitiana en Washington, D.C. aparece una breve biografía de Premice con un epígrafe tomado de este artículo de Julia de Burgos que estudiarás. Míralo aquí.

 

Es hermosa la haitiana. Acaba de cumplir los dieciocho años, que revolotean por su cuerpo y su espíritu en gracia que subyuga. Sin ser coqueta, suben a sus ojazos negros nerviosas búsquedas de sensaciones que la devuelven luego en una inagotable sed de contactos humanos y de expresión de vida en sazón de sentimientos y actitudes. Es que Josephine es artista. Por naturaleza y por devoción.

Canta y baila la música folklórica de su pueblo. Hemos sabido de ella a través del periodista norteamericano Harold Preece, h[n]ombre que ha dedicado su talento al estudio y divulgación de la raza negra dentro y fuera de Estados Unidos, especialmente en la América Hispana. Vió (sic) en su arte a la joven artista en ocasión del festival “I Am An AMERICAn DAY”, que se celebró en semanas pasadas en la escuela Washington Carver de esta ciudad. Nos habló del caluroso aplauso unánime con que fue recibida, por su expresión nueva y potente del arte antillano. Acto seguido la buscamos, con regocijo inmenso de poder ofrecer al público algo de la hermana República de Haití, separada por olvido y por traidores de nuestra familia de naciones americanas. Nos enteramos de sus apariciones en la “Casa Internacional”, de su participación en el “African Dance Festival” llevado a cabo en el Carnegie Hall en diciembre de 1943, de sus números en el “Theatre of All nations”, en el “Labos Stage Theatre” y de muchas otras representaciones de la joven artista. Por eso al conocerla, ya nos era familiar su trayectoria artística por Nueva York.

Al notar el perfecto acento de su inglés, inquirimos el tiempo de su estadía aquí. Para nuestro asombro, contesta:

–Apenas conozco a mi patria natal. Casi no la recuerdo. Nací en Port Au Prince. Cuando contaba año y medio mis padres se trasladaron a Nueva York. Volví a Haití a los cuatro años, pero por breve tiempo. De manera que casi toda mi vida la he pasado aquí.
–Pero, ¿cómo es posible que exprese Ud. una parte de la cultura haitiana tan admirablemente, cuando no ha tenido contactos con el origen de esa cultura?
–Eso se lo debo a mi familia. Mi casa, dentro de esta misma ciudad cosmopólita (sic), es haitiana. Aunque vivimos normalmente la vida norteamericana, rendimos culto a las más bellas y altas tradiciones nuestras, seguimos muy de cerca los acontecimientos políticos y sociales de nuestra patria y somos, antes que nada, y para ser más universales, haitianos.

Miramos a la niña negra. En estas palabras se nos muestra más hermosa. En ella la nación cuna no ha dejado de ser, a pesar de su alejamiento del solar nativo. En ella la nación de la raíz social que la engendró en la tierra, no ha dejado de definirse, a pesar de estar su mente enfocada hacia la socialización universal. Es que ella parte, por necesidad histórica de reajuste mundial, desde el punto de partida de todo ser verdaderamente libre: desde el encuentro y el respeto de uno mismo para mejor encontrar y comprender y luchar por el hombre en toda la tierra. Al efecto nos dice:

–No estoy interesada en ninguna carrera artística. Soy muy primitiva para que me gusten los clubs nocturnos, sitios de comercialización y de frivolidad. Mi interés supremo es la cultura haitiana y su divulgación. Mi ideal mayor es volver a Haití, estudiar con el pueblo, de donde vengo, vivir con el campesinado, que es lo más genuino de mi tierra y dedicarme a él con todo mi corazón y todo mi arte.
–Siendo su arte exclusivamente enfocado hacia lo folklórico, cuya expresión suprema en Haití es el Vudú, díganos su opinión sobre este rito que ha sido tan intrigante como combatido.

El rostro de Josephine se rompe en fuerza jubilosa de algo inarrancable.

–El Vudú es la cultura del pueblo. Es algo demasiado hermoso para que se pretenda destruirlo, y demasiado fuerte para poder ser destruido.

Se acaba de encender la nacionalidad y de tradición indestructible al rostro de la artista virgen. Se le salen la voz y los gestos, y en un soplo, frente a una sola espectadora, desgrana a nuestra visión el “Baile de la Culebra” del Vudú, acompañada de sonidos demoníacos del histérico dialecto nacional. Nada de los cuentos fantásticos de salvajismo y lujuria con el cual se ha querido pintar el Vudú haitiano. No porque Josephine esté culturalmente bastante por encima del nivel de su pueblo. Es porque, como dice ella:

–Cada pueblo tiene su expresión rudimentaria y su expresión más culta de una tradición o de un culto. A unos parece salvaje lo que para otros es completamente normal. En la interpretación de otras culturas se llega hasta la exageración. Mi misión será aclarar la verdad de la cultura haitiana.

(Pueblos Hispanos, edición del 24 de junio de 1944, vol. II, no. 71, p. 7)

Actividad 1: La anticipación

Como también hacemos al leer, cuando escuchamos practicamos la anticipación. Nuestras ideas o prejuicios quedan marcados por lo primero que escuchamos. Si no nos concentramos para seguir el hilo conductor de lo expuesto, podemos reincidir en los prejuicios iniciales en vez de ponerlos a prueba para superarlos. Eso es lo que vas a practicar aquí. Escucha el texto completo primero y toma apuntes de lo que te parece más destacado. Luego, escucha nuevamente la primera oración del texto y detente ahí. Anota todo lo que venga a tu cabeza sobre esa afirmación con la que inicia Julia de Burgos su exposición. Deja de lado lo que has escrito. Guárdalo. Volveremos a ello al final de esta sección de actividades.

Actividad 2: El objetivo

Ahora, hagamos un ejercicio de imaginación: supón que Julia de Burgos tiene un segmento cultural en un programa de radio en el que hablará sobre Josephine Premice. Ve a la grabación del texto y usando la información que la escritora provee, desarrolla, con la ayuda de alguien de tu clase, una entrevista a Josephine Premice. Una persona hará las veces de Julia; la otra, de Josephine. Es una entrevista simulada.

Para desarrollar esa entrevista, primero deben planificarla considerando los factores siguientes:

  • El número de preguntas que Julia de Burgos hará.
  • El patrón temático de esas preguntas. Ejemplo: “Casi todas las preguntas girarán en torno a la relación de Premice con la música haitiana o con su crianza en los Estados Unidos”.
  • La conexión entre ese patrón temático y el objetivo que persiga la persona que conduzca la entrevista.

El último renglón es muy importante porque te ayudará a darte cuenta de que una entrevista debe darse dentro de un contexto preciso, debe planificarse y debe responder a un foco previamente seleccionado. Como en todo ejercicio discursivo responsable, no se debe improvisar por consideración a los que escucharán. Recuerda que la persona que escucha necesita dejarse llevar por una estructura determinada para procesar la información, organizarla en su mente y darle sentido; es decir, interpretarla.

Actividad 3: El público

Volvamos nuevamente a la grabación (o el texto) “Con Josephine Premice… Y su arte folklórico haitiano”. Considerando las actividades 1 y 2, deduce a qué tipo de público se dirigía Julia de Burgos en su reportaje.

Resulta interesante que una de las preguntas de la escritora sea:

¿Cómo es posible que exprese Ud. una parte de la cultura haitiana tan admirablemente, cuando no ha tenido contactos con el origen de esa cultura?

¿Puedes pensar en alguna explicación para haberle hecho esta pregunta a la artista? ¿Qué opinión te merece la respuesta de Premice? ¿Te parece que esta pregunta puede ayudarnos a reflexionar más sobre el objetivo que tenía Julia de Burgos y el público al que se dirigía? ¿De qué forma?

Actividad 4: Las transiciones

En las entrevistas que se transmiten por la radio, así como en los episodios de la mayor parte de los pódcast, se dan interrupciones ya sea para pautas comerciales o para insertar efectos sonoros que sirven de complemento a lo presentado. Volvamos al ejercicio de imaginación de la Actividad 2 y ve al texto (la grabación o el escrito) y con tus pares determina en qué momentos podría interrumpirse la entrevista para dar paso a los anuncios o a los efectos sonoros. Deben analizar cuidadosamente en cuántos segmentos de significado podrían descomponer la entrevista. Una opción es dejarse llevar por las transiciones que hace la escritora.

Veamos un ejemplo: Es evidente que los dos primeros párrafos constituyen una presentación; es decir, una introducción de la artista. Cuando el texto cambia para introducir la oración: “Al notar el perfecto acento de su inglés…” se inicia otro segmento. Esa afirmación funciona en este caso como una transición; es decir, una manera suave y gradual de cambiar de un asunto a otro. La escritora va de presentar quién es Josephine Premice, y cómo supo de ella, a tratar su trasfondo en relación con su país de origen. Si estuviéramos en un programa de radio la escritora bien podría decir: “En nuestro próximo segmento hablaremos de la relación de Josephine con su Haití natal”. Otra alternativa sería “Luego de cumplir con los compromisos comerciales, Josephine nos cuenta sobre su infancia”.

Toma nota de los segmentos de significación identificados y el tipo de transición que harías ya sea en un programa radial o en un pódcast. Si lo prefieres, puedes organizar la información en una tabla o el gráfico de tu preferencia.

Actividad 5: El lenguaje no verbal

La comunicación oral en vivo incluye ayudas que no se tienen cuando lees un texto escrito. Para entender un escrito te dejas guiar solo por las palabras. Sin embargo, cuando escuchas una comunicación oral te aprovechas de una gama de manifestaciones. Escuchas la voz, pero también la entonación, el volumen, la velocidad de la enunciación, etc. Igualmente, te puedes ayudar con los gestos que hace el interlocutor y el movimiento de su cuerpo. Todos esos elementos refuerzan el mensaje que envían las palabras o, por el contrario, lo cancelan. Por eso, las relaciones entre lo verbal y lo no verbal se estudian cuidadosamente tanto para comprender lo que escuchas como para producir un mensaje comunicativo.

En un programa de radio tradicional no vemos el movimiento corporal de las personas que nos hablan. Sin embargo, muchas estaciones de radio en la actualidad transmiten sus programas a través de diversas plataformas o redes que distribuyen contenido audiovisual. De esa forma, la audiencia tiene acceso al lenguaje corporal de las personas que participan en los programas radiales. Esa práctica es también común en los pódcast.

Escucha o lee cuidadosamente el texto de Julia de Burgos nuevamente y elige los momentos en que el movimiento corporal de Josephine Premice o de Julia de Burgos fácilmente podría inferirse considerando lo que dicen. Si lo deseas, prepara un gráfico en el formato de tu preferencia para organizar esa información. Luego, reflexiona sobre estas preguntas:

Los gestos, los ademanes y la mirada (es decir, el lenguaje no verbal), ¿influyen sobre la producción y comprensión de un texto oral? ¿Se debe tener conciencia a la hora de adecuar los movimientos corporales a la naturaleza de lo que se dice? ¿Por qué? Busca información sobre el paralenguaje en el discurso oral para sostener tus argumentos de forma válida.

Actividad 6: La confirmación y la corrección de la anticipación

Como recordarás, en la Actividad 1 te pedimos que guardaras tus notas porque regresarías a ellas. Pues bien, ya es momento de retomar esa tarea inconclusa. Regresa a lo que habías escrito sobre la primera oración escuchada: “Es hermosa la haitiana”. Luego de haber trabajado sobre el objetivo, el público, las transiciones y el lenguaje no verbal, todos elementos imprescindibles para la comprensión oral, contesta lo siguiente:

La hermosura de Josephine Premice que afirma categóricamente Julia de Burgos, ¿corresponde a lo que imaginaste y describiste? ¿La escritora habla de una belleza física? Si contestaste que sí a esto último, pruébalo utilizando argumentos tomados del texto. Si contestaste que no, explica, también con argumentos tomados del texto, a qué hermosura se refería la poeta puertorriqueña.

Pasemos ahora al próximo artículo.

Puerto Rico en el alma de un niño

Este texto puede verse desde su carácter de crónica: una narración que cuenta algo que ocurrió en el pasado. Es muy elocuente el hecho de que la narradora se desplace de su presente en Nueva York a su pasado en Cuba. Podríamos decir que, a medio camino de la narración, se desplaza a su Puerto Rico natal a través del recuerdo. Contar es eso: un continuo desplazarse por espacios y tiempos forjados en la memoria. Marcar una estructura que le permita al escucha o al lector hacer el recorrido es también un ejercicio que requiere planificación.

 

Fue allá en la tierra cubana, siempre abierta a las sorpresas emotivas. Iba yo camino de Ceiba de Agua, al Instituto Cívico Militar […], donde reciben alojamiento material, pedagógico y espiritual, miles de niños pobres de toda la nación cubana y de toda Hispanoamérica. A mi lado en el automóvil, desfigurando velozmente la visión del paisaje, la exquisita declamadora cubana Dalia Íñiguez, y su esposo el cantante español Juan Pulido, ambos profesores de arte del Instituto, por quienes fui invitada a ofrecerle (sic)s una charla informal a los niños.

Qué hermosa es tu tierra, Julia! –comenta Dalia. Nunca olvidaré aquella carretera central, aquel mar tan azul, casi el mío, pero especial por qué sé yo qué cosa.

Esas palabras me trasladaron violentamente a Puerto Rico. Pensé, como pensaba Dalia, en la incomparable belleza de aquel manojo de olas, de brisas y de estrellas constantes que forman la concha de mi tierra, hecha para la alegría de un mundo feliz. Sentí toda la potencia lírica del suelo que me tiró a cantar para los hombres sus esencias más íntimas. Pero tuvo frontera mi éxtasis momentáneo, frontera de dolor. El dolor de la tragedia colonial de mi pueblo anegó mis sentidos y ya no tuve lecho para mi sueño.
–Sí que es hermosa mi islita, Dalia. ¡Si sólo fuera libre!

Las palabras me acompañaron toda la distancia, junto al silencio conmovido de asentimiento de mis acompañantes.

La presencia nacional de la tierra de Martí, fielmente expresada en aquella obra de bien social que desarrolla el Instituto Cívico Militar, me volvió a Cuba y a mi misión en aquellas aulas. El salón de actos ya estaba preparado para una especie de velada donde participarían profesores y alumnos. Como yo era la invitada especial, se me había designado para cerrar el acto.

Además de la charla ilustrativa de un viaje de un niñito puertorriqueño a Cuba, había preparado un poema sencillo, propio para un niño de escuela elemental. Al final de mis palabras les recité el “Mensaje de un niño puertorriqueño a un niño cubano”. En el mismo enlazaba de amor a las islas, sobre su fondo histórico…
Soy un niñito puertorriqueño,
sobre una isla también nací.
Si tú veneras a mi De Hostos,
yo tengo altares a tu Martí…

Luego expresaba la tragedia del niñito puertorriqueño, al presentarse ante el niñito cubano con su patria todavía esclava.

Pronunciaba la estrofa final, algo extraordinario sucedió en el auditorio. Un niño como de unos once años se había levantado de su asiento y corría hacia mí, profusas lágrimas brotándole de los ojos. Muy sorprendida le pregunté por qué lloraba.

–Yo soy el niñito puertorriqueño –me dice temblando. Ya yo le he dicho a todos mis compañeritos lo que sufrimos allá, y hasta hemos hecho un periodiquito escolar que defiende la libertad de Puerto Rico y su bandera de la estrella solitaria.

Aquellas palabras me electrificaron. No podía creer lo que acababa de pasar. Estreché en mis brazos al niño, como sonámbula. La directora del acto vino en mi ayuda y me corroboró que en realidad aquél era uno de los niños traídos de Puerto Rico, como desarrollo del plan de traer anualmente dos niños de cada país hispanoamericano, con beca del gobierno cubano, a estudiar un oficio en aquel plantel.

Fui a la imprenta de niños que ellos mismos operan, y en uno de los números leí unos versos de aquel niño patriota, que me había hecho sentir una de las experiencias más emocionantes de mi vida. Hablaba de su patria y su bandera, con un grito juvenil de libertad.
No recuerdo ahora el nombre del niño. Sólo sé que estudiaba en las escuelas públicas de Carolina cuando fue becado. Para mí será siempre la expresión viva de Puerto Rico, el símbolo de nuestra nacionalidad encarnada en un niño por generación propia, el ejemplo de fuerza, el estímulo de nuestros defensores, y el látigo sublime para nuestros traidores.

(Pueblos Hispanos, edición de 23 del septiembre de 1944, no. 85, p. 6)

Actividad 7: Percibir tonos para comprender

Los oyentes utilizamos diferentes estrategias para recibir y procesar la información escuchada. Una de ellas tiene que ver con emociones y es de carácter perceptivo. Percibir las emociones en el tono de una persona que nos habla nos ayuda a jerarquizar la información y retenerla; también nos ayuda a interpretar el mensaje. En este artículo podemos observar cómo Julia de Burgos traduce las emociones vividas con una selección cuidadosa de palabras. Con ellas podemos trazar el cambio de sus emociones desde el principio (ubicada en el automóvil) hasta el final (cuando está en la imprenta). ¿Cuáles son esas palabras y qué tono emotivo se desprende de ellas?

Al escuchar el artículo “Puerto Rico en el alma de un niño”, ¿pudiste captar esos matices emotivos? Si no, ¿lo leerías de forma diferente? Grábate leyendo el artículo y consulta con tus pares de clase si, efectivamente, ellos logran captar las emociones con tu tono de voz.

Actividad 8: La utilidad de las repeticiones

Parte de la preparación para ofrecer una charla o una conferencia radica en elegir cuidadosamente un foco porque casi nunca hay tiempo para desarrollar de forma amplia un asunto. Llamamos foco al punto de atención, es decir, en el caso de un escrito o de una presentación es la idea más llamativa o central en la cual convergen todas las demás. Cuando alguien habla en público, debe seleccionar ese foco cuidadosamente porque su público no tendrá la oportunidad de ir nuevamente sobre lo que ha escuchado. Del otro lado, quien escucha debe tratar de encontrar ese foco mediante la consignación de lo que se repite en el discurso oral. En el caso de Julia de Burgos es evidente que, por la naturaleza de su público: niños de escuela elemental, no debe haber contado con mucho tiempo. El espectro de concentración de un niño suele ser muy reducido.

Vuelve a escuchar la grabación para tratar de identificar el foco en la presentación de Julia de Burgos. Puedes usar el texto escrito para ayudarte. Si haces el ejercicio cuidadosamente, te percatarás de que ese foco está distribuido a lo largo de todo el texto. Con la grabación, anota todos los parlamentos donde se repite ese foco. Con el texto escrito, subraya donde está el foco.

Este ejercicio te debe ayudar a darte cuenta de que en una actividad de escritura todo lo que se repite es importante y que en una actividad oral, la repetición sirve de guía a la persona que escucha puesto que la misma naturaleza del acto propicia más las distracciones. Por tal razón, quien prepara una charla debe tener mucha conciencia de cuál es su foco y construirlo cuidadosamente para que quien escucha pueda captarlo sin demasiada dificultad.

Proyecto creativo: una entrevista simulada

Este proyecto consiste en una entrevista simulada. Busca información sobre el caso de la joven puertorriqueña Enidris Siurano Rodríguez en el año 2013. Utiliza todo lo que has aprendido a través de los textos de Julia de Burgos en este capítulo para diseñar una entrevista a Enidris. Reflexiona y relaciona la anécdota del niño carolinense del que habla Julia de Burgos con la experiencia de la joven puertorriqueña.

Planifica los objetivos de la entrevista, el foco, las transiciones y, por supuesto, las preguntas que harás. Elabora un guion corto que contenga las instrucciones que debes seguir para la filmación de la entrevista, así como las transiciones. Considera, además, el tipo de audiencia a la que se van a dirigir. Una vez la planificación haya terminado, procedan a llevar a cabo la entrevista y a grabarla. Cuando esté lista, analícenla cuidadosamente, fijándose cada vez en aspectos diferentes. Por ejemplo, la primera vez, para echarle un vistazo general; la segunda vez, para ver si las preguntas son coherentes y concuerdan con el foco; la tercera vez, para ver el lenguaje corporal que utilizan. La persona que haga de Enidris puede, igualmente, analizar si contesta directamente las preguntas, si está conforme con su ejecución y su movimiento corporal, etc.

Una vez finalizado y presentado tu proyecto, pídeles a los compañeros que no trabajaron contigo que la escuchen. Naturalmente, a ti te tocará escuchar el proyecto de los compañeros de otros grupos. Para probar que, luego de este tema, eres más competente en la comprensión oral, anota todos los detalles que te han parecido significativos de la entrevista y detecta todas las repeticiones que te hacen descubrir el foco de la entrevista que realizaron tus compañeros.

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Desde el Caribe para el mundo: lengua y comunicación Copyright © 2024 by Carmen M. Rivera Villegas and Rocío Luque Colautti is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License, except where otherwise noted.

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