12 Producción escrita (Escribir)
Objetivos
- Aplicar las estrategias para prosificar un poema.
- Planificar la redacción de un comentario reflexivo por etapas.
- Redactar un comentario reflexivo sobre un poema a partir del proceso de lectura y de prosificación.
- Crear un proyecto donde confluyan el arte y la literatura.
Introducción
En el tema de comprensión escrita aprendiste algunas estrategias para interpretar un poema. Ahora vas a utilizar dichas estrategias para aprender a explicarlo por medio de la prosificación. La prosificación, como la propia palabra implica, no es otra cosa que reescribir en prosa un poema a partir de la interpretación que haces del mismo. Precisamente porque se hace a partir de la interpretación, es que el primer paso consiste en la lectura comprensiva del texto. Como esto ya lo hiciste en el capítulo anterior, ahora es cuestión de utilizar toda la información que obtuviste durante el proceso de lectura. Si bien en este capítulo nos vamos a concentrar en la escritura, es bueno que tengas claro lo siguiente: estos ejercicios que llevarás a cabo son una continuación del proceso anterior. Es decir, vas a escribir para seguir comprendiendo el poema. Y quizás lo más importante es que durante el proceso de escritura vas a identificarte de manera más estrecha con el texto poético. Vas a adueñarte del poema para transformarlo. En ese sentido, serás un poco el ayudante, el aprendiz, el asistente (como quieras verte) de la propia poeta. Serás, entonces, una voz alterna a la poética, que querrá también reflexionar críticamente a partir de lo tratado en el poema. La escritura será, pues, el medio para que dialogues con la poeta y reveles al mundo tu yo.
Para estudiar por pasos cómo se prosifica un poema, vamos a enfocarnos en “Desde el Puente Martín Peña”. Luego, usando ese análisis vas a establecer una comparación con el poema “Romance de La Perla”. Pon en práctica todo lo que has aprendido hasta el momento para leer (en voz alta o silenciosa) y analizar el primer poema.
Desde el Puente Martín Peña
Tierra rota. Se hace el día
el marco de la laguna.
Un ejército de casas
rompe la doble figura
de un cielo azul que abastece
a un mar tranquilo que arrulla.
Un ejército de casas
sobre el dolor se acurruca.
Hambre gorda corta el sueño
de enflaquecidas criaturas
que no supieron morirse
al tropezar con su cuna.
Marcha de anhelos partidos
pica la calma desnuda
donde recuesta su inercia
la adormecida laguna.
Una canción trepa el aire
sobre una cola de espuma.
Un verso escapa gritando
en un desliz de la luna.
Y ambos retornan heridos
por el desdén de la turba.
¡Canción descalza no vale!
¡Verso sufrido no gusta!
Tierra rota. Fuerza rota
de tanto cavar angustia.
Huesos vestidos alertas
a una esperanza caduca
que le hace mueca en las almas
y se le ríe en las arrugas.
Hacha del tiempo cortando
carne de siglos de ayuna.
Adentro la muerte manda.
Afuera el hambre murmura
una plegaria a los hombres
que al otro lado disfrutan
de anchos salarios restados
a hombres obreros que luchan.
¿Respuesta? –Brazos parados.
Sobra el mantel. No hay industrias.
¡Obreros! Picad el miedo,
vuestra es la tierra desnuda.
Saltad el hambre y la muerte
por sobre la honda laguna,
y uníos a los campesinos,
y a los que en caña se anudan.
¡Rómpanse un millón de puños
contra moral tan injusta!
¡Alzad, vuestros brazos
como se alzaron en Rusia!
Actividad 1: De cómo un poema se hace nuestro
Ya anticipamos que prosificar es reescribir los versos en oraciones comprensibles para ti. Solo se puede hacer después de una lectura cuidadosa. El proceso de prosificación conlleva básicamente dos pasos. Primero se restituye el orden lógico de las palabras; y segundo, se sustituyen principalmente las metáforas por la realidad que denominan, y se eliminan o añaden palabras. En el primer paso probablemente tendrás que “recomponer” los hipérbatos, eliminar las anáforas o cualquier otra combinación de palabras que requiera simplificación. Con el segundo paso, inicias el proceso de reescritura pues tendrás que reemplazar las metáforas con las palabras que mejor expliquen la comparación indirecta que hizo la poeta entre dos realidades. Si tuviste que buscar el significado de alguna palabra desconocida, la prosificación es el momento ideal para que cobres conciencia de la adquisición de vocabulario nuevo. Sustituye también las palabras que no entiendas por aquellas que sí entiendes. Lo recomendable en este caso es que utilices sinónimos. No pienses que este ejercicio se circunscribe básicamente a sustituir las palabras desconocidas por otras que sí conoces. Muchas veces te encontrarás con que conoces todas las palabras contenidas en un verso, pero no entiendes bien qué quiso decir la poeta. Es aquí donde el proceso de lectura que practicaste previamente se hace fundamental. Sin añadir más, comencemos.
Observa el ejemplo de la primera estrofa:
Tierra rota. Se hace el día
el marco de la laguna.
Después de leerla, ¿identificas alguna palabra desconocida? Sospecho que no. Ahora bien, si fueras a reescribir estos dos versos en una sola oración, ¿dejarías las mismas palabras? ¿Las dejarías en el mismo orden en que están? Pongamos en práctica los dos pasos que te recomendamos antes pero, por favor, no olvides que antes de prosificar tienes que haber leído el poema siguiendo lo aprendido en el capítulo sobre comprensión escrita de la poesía.
Paso 1. Restituir el orden lógico
Piensa lo siguiente: Los versos hacen alusión al amanecer. Al amanecer, sale el sol y, por tanto, hay luz para ver mejor las cosas. Lo primero que se ve es la “tierra rota”. Entonces, considerando los hechos, el orden lógico sería así:
Se hace el día el marco de la laguna. Tierra rota.
Paso 2. Sustituye, elimina, añade
Puestas las palabras en orden lógico, ahora hay que simplificar lo que quiso decir la poeta. La lectura que hiciste te habrá revelado lo que significan estos versos, sobre todo, a la luz de la metáfora “tierra rota” que de seguro ya examinaste. Ahora lo que tienes que hacer es reescribir dicha metáfora en tus propias palabras y añadir las palabras o conectores necesarios para construir una oración lógica. Ejemplo:
Amaneció en la laguna y con la luz se ve un entorno destrozado.
¿Cómo lo prosificarías tú? Sería buena idea que conversaras con tus pares para ver diferentes resultados del proceso. Comenten sobre las palabras que escogieron y la razón para ello. Toma apuntes y organízalos en tu formato preferido para que puedas observar a grandes rasgos todo el proceso. ¡Es como si estuvieras descifrando un misterio!
Actividad 2: ¡A prosificar se ha dicho!
Aplica ahora lo aprendido anteriormente. Prosifica el poema “Desde el Puente Martín Peña”. Puedes usar el medio o formato de tu predilección para organizar el contenido. Una tabla como esta puede ayudarte a manejar sistemáticamente cada estrofa. Después de terminar la prosificación, pasa a resumir de lo que trata el poema basándote en el proceso de lectura e interpretación que llevaste a cabo.
Estrofa | Prosificación |
Un ejército de casas
|
Ejemplo: Una imagen de muchas casas parece romper la línea que divide al cielo del mar en el horizonte. |
Actividad 3: Ideas para la reflexión escrita
Te habíamos anticipado que uno de los resultados de la prosificación es la comprensión del texto poético. Otro logro significativo es que el poema se va convirtiendo en algo tuyo. Te vas apropiando de él según lo conozcas y comprendas mejor. El proceso anterior te llevó no solo a entenderlo detalladamente sino también a identificar los temas que la poeta trata en el mismo. Esto también es importante porque los temas son ideas abstractas que condensan un argumento o asunto en cuestión. El asunto de este poema atañe a todos los puertorriqueños porque en ese lugar se originaron unas comunidades que son vivo testimonio de la modernización capitalista forzosa que vivió Puerto Rico en la primera parte del siglo XX. Sus primeros residentes vivieron el famoso desplazamiento del campo a la ciudad del que se habla tanto cuando se lee, por ejemplo, La carreta de René Marqués. ¿No crees, entonces, que con más razón habría que apropiarse de un poema como este? Con él estás leyendo una parte importante de la historia de Puerto Rico y, más que nada, la estás leyendo con el mismo ojo crítico que usó la poeta. Ahora bien, no nos despistemos hablando solo del pasado porque la trascendencia de un poema como este es la vigencia de sus temas, los mismos que, tal vez sin darte cuenta, identificaste mientras prosificabas. Vuelve a la tabla anterior, relee lo que escribiste. A partir de esa información, haz una lista de todos los temas que se presentan. Sería bueno que, al identificar esos temas, te detuvieras a pensar por un momento si todavía son vigentes en esta época. Investiga sobre el Caño Martín Peña.
Actividad 4: Redacción de la reflexión
Si leer un poema para comprenderlo globalmente puede ser complejo, escribir sobre él puede ser igual de complejo o quizás más. La pregunta inicial, como en todo ejercicio de redacción, siempre será: ¿de qué escribo? Esta pregunta a menudo viene acompañada de un miedo provocado por una sentencia auto-impuesta: “no tengo nada que decir”. Este es el caso cuando la mayoría de las veces pensamos que escribir es un acto de inspiración absoluta que requiere de algún tipo de comunión especial con las palabras. Si no comulgamos con ellas, ni se asomarán por nuestra mente. De ahí provienen algunas nociones falsas sobre la producción escrita que convendría cuestionar. Por ejemplo, en ocasiones pensamos que quienes hacen gala de un vocabulario extenso y variado pueden escribir “cosas bonitas”, que asociamos con un talento especial que le tocó a esa persona. Si pensamos que no tenemos ese talento y nos piden que escribamos, por ejemplo, una reflexión sobre tal lectura nos invade el miedo de la sentencia: “no tengo nada que decir”. Nada más lejos de la realidad. Todos, en cuanto somos seres sociales que se comunican, tenemos algo que decir sobre lo que sentimos, percibimos, miramos, escuchamos, leemos y.… un largo etcétera. Ese “algo que decir” es una reacción o una respuesta sobre el mensaje que se nos comunica y decidimos aceptar. Escribir es un “algo que decir” que se planifica, se organiza, se produce y se revisa todas las veces que sea necesario.
Frente a un poema siempre habrá “algo que decir”. Es así porque la poesía, por naturaleza, es un acto plurivalente; es decir, representa muchos valores de significación. Ya lo comprobaste al hacer la prosificación anterior y compararla con tus pares de clase. Lograste acceder, por medio de la escritura, al contenido del poema y sus temas. Bien podríamos, entonces, concluir aquí. El diálogo con la poeta, sin embargo, quedaría inconcluso. La poeta ya “habló” y ahora te toca a ti hacerlo reflexivamente por medio de la escritura. Puesto que vas a practicar la redacción de un comentario reflexivo, tomarás en consideración los asuntos que más te hicieron pensar, mientras prosificabas, para derivar de ellos tus propias conclusiones. Comencemos.
Regresa a la tabla anterior y selecciona las estrofas que más te llamaron la atención, las que te hicieron pensar por más tiempo, ya sea porque te gustaron o porque te perturbaron las imágenes o los asuntos tratados. Luego, restringe tu selección a cuatro estrofas y adjudícales un número de prioridad. Explica en una frase tu selección y determina si se asocia con uno de los temas que arriba habías enumerado. Organiza todo lo anterior en una tabla como esta.
Estrofa | Reflexión | Tema |
Hambre gorda corta el sueño |
Encuentro esto bien fuerte. Me choca el hecho de que se diga que las criaturas no supieron morirse antes. |
La pobreza en la niñez |
Una vez completes la tabla, coméntala con tus pares. Hablen sobre los aspectos históricos, sociales y políticos que se desprenden de la selección. Indaga con tu grupo qué tipo de información necesitas para comprender mejor esos aspectos y en qué fuentes bibliográficas o recursos digitales pudieras hallar las respuestas a tus interrogantes. Una vez hayas terminado este proceso, vuelve a la información de la tabla y marca el tema que, tras la conversación que tuviste y la búsqueda que hiciste, sobresale como tu preferido.
Ese es, obviamente, el tema que desarrollarás en el comentario reflexivo que redactarás. Aquí has culminado la planificación de tu escrito. ¿Qué sigue ahora? Organizar las ideas de manera que se relacionen entre sí. ¿Cómo lo harás? Sigue los tres pasos que te proponemos a continuación.
Agua mala
Mira el documental “Agua mala” para aprender más sobre las comunidades del Caño y las situaciones que atraviesan debido a la contaminación del agua.
PASO 1
Invierte el orden de la tabla que completaste en la actividad anterior. Mira este ejemplo:
Tema | Reflexión | Estrofa |
La pobreza en la niñez | Encuentro esto bien fuerte. Me choca el hecho de que las criaturas no supieron morirse antes. | Hambre gorda corta el sueño de enflaquecidas criaturas que no supieron morirse al tropezar con su cuna. |
PASO 2
Añade a esa tabla los elementos siguientes: prosificación, información relevante y pertinente, y comentario crítico. Observa el ejemplo.
Tema | Reflexión | Estrofa | Prosificación | Información | Comentario |
La pobreza en la niñez |
Encuentro esto bien fuerte. Me choca el hecho de que las criaturas no supieron morirse antes. | Hambre gorda corta el sueño/ de enflaquecidas criaturas/que no supieron morirse/al tropezar con su cuna. | El hambre es tan grande que interrumpe el sueño (creo que literal y simbólicamente) de los niños y niñas que milagrosamente no murieron al nacer tan desnutridos. | Leí un artículo reciente donde se habla de las enfermedades respiratorias que sufren los niños y las niñas de las comunidades del Caño debido a la alta contaminación. | Creo que la voz poética se muestra bien fuerte frente a la situación. Parece enojada y recurre a la ironía. ¿Los niños nacen y no supieron morirse? Para mí es irónica y también paradójico. |
PASO 3
Ahora, redacta el primer borrador de un párrafo que contenga la mayor parte de las notas que escribiste en la tabla. Antes, observa el siguiente ejemplo:
Un tema importante de este poema es la pobreza que sufren los niños de una comunidad marginada. Cuando lo leí, me impactó la fuerza y crudeza de los versos que dicen “criaturas que no supieron morirse al tropezar con la cuna”. Es obvio que la poeta quiere destacar la situación terrible dentro de la cual viven las personas del Caño. Hace poco leí un artículo donde se explicaba que todavía hoy día los niños son los más afectados en estas comunidades. Tal vez, ya no hay tanta hambre como antes, pero hay muchas enfermedades causadas por la contaminación que afectan primera y mayoritariamente a la población infantil. Es curioso, pero la poeta no adopta un tono sentimental sino de mucho enojo. Por eso, a lo mejor, usa la ironía cuando dice que estos niños, acabados de nacer, no supieron morirse. Es decir, ¿que mejor se hubieran muerto antes de sufrir tanto?
Compártelo con tus pares y pídeles que lo evalúen. Evalúa tú el suyo. Para concluir este tema, te vamos a lanzar un reto. Lee el siguiente párrafo y determina si guarda alguna relación con las notas y el borrador que te ofrecimos anteriormente como ejemplo.
La imagen de la infancia es una de las más vigorosas que contiene el poema “Desde el Puente Martín Peña” para representar la extrema pobreza de sus habitantes. La voz poética enfatiza con crudeza las consecuencias funestas de la misma. “Las enflaquecidas criaturas”, imagen que utiliza para referirse a los niños y niñas desnutridos, sobrevivieron milagrosamente al destino de muerte que, por lógica, les habría tocado. Si consideramos las investigaciones recientes sobre la salud de los residentes del Caño Martín Peña, no se puede poner en duda que la población más afectada siempre ha sido la infantil. Este poema, además de denunciar la pobreza en términos generales, destaca lo particular del sufrimiento que padecen los niños que habitan en una comunidad marginada. La poeta, sin embargo, no adopta un tono melodramático sino irónico. Cuando utiliza el adjetivo “gorda” con la imagen del “hambre” y “enflaquecidas” con la de “criaturas”, me parece que está acusando indirectamente a los que se mantienen ricos (y gordos) a costa de los pobres (y flacos).
¿Sabes qué fue lo que pasó? El borrador inicial se convirtió en muchos borradores posteriores. Se revisó, cambió, se pidieron opiniones, se leyó más información, se repensaron algunas ideas, se volvió a escribir y así sucesivamente hasta lograr un párrafo que expusiera y argumentara de modo efectivo. ¿Captaste el proceso? El mismo te debe guiar a la redacción de los párrafos que quieres incluir en tu comentario reflexivo sobre este poema.
Actividad 5: Comentario reflexivo sobre un diálogo
Recordarás que en la sección de Proyecto creativo del capítulo anterior te sugerimos la posibilidad de entablar diálogos entre dos o más poemas para enriquecer las perspectivas obtenidas durante el proceso de interpretación. De esa manera, puedes ver la obra de la poeta en su conjunto. Considerando, entonces, la misma premisa, te recomendamos que pongas en práctica todos los pasos anteriormente estudiados, pero esta vez para la redacción de un comentario reflexivo en el que establezcas una comparación (o, mejor todavía, un diálogo) entre el poema “Desde el Puente de Martín Peña” y “Romance de La Perla”. Si quieres incorporar en tu reflexión otras perspectivas culturales sobre el Caño Martín Peña y La Perla, respectivamente, te aconsejamos considerar el cuento de José Luis González, “En el fondo del caño hay un negrito”; la canción “La Perla” de Eduardo Cabra, René Pérez y Rubén Blades; y el poemario En el fondo del Caño de Rosa Vanessa Otero.
Romance de La Perla
El sol se sale muriendo
en sombras del caserío,
y el mar se lame la vida
sobre horizonte de niños.
Duerme el hombre su ancha pena
del llanto de pan del hijo,
y toma forma de piedra
por la escalera del risco.
¿A dónde se irán sus pasos
hinchados de ahuecar bríos
en la antesala del sordo
capitalista edificio?
Ni la mañana le esconde
la mueca de su suplicio,
ni echa de ver que en sus ojos
hay ausencia de rocío…
¡Una mirada vacía
lo tiró de nuevo al nido!
¡Perla! La perla encrespada
como un hotel colectivo
en una mancha que el mar
se sacudió en raro ímpetu:
¡Perla! La perla dejada
en un fantástico olvido
para ilusión de los hombres
heridos de hambre y de frío.
¡Perla! La perla tirada
desde el tejado del risco,
que bajo tu blanca pena
exprime dolor de siglos.
¡Piedra que miras al cielo
como arrabal desteñido!
¿Quién dice noche estrellada
ante los ojos caídos
de esa frontera del hambre
que va apretándose en gritos?
¿Quién dice marco de espumas
ante el puntal de martirio
que se reseca en las almas
huéspedes del precipicio?
La vida rueda temblando
sobre el jirón extendido
en un juego con la muerte
que quiere atrapar el risco.
El mar se lame la vida,
y el sol se arropa de frío…
en cada lecho de muerte
vigila el sueño de un niño…
¡Perla! La perla más blanca
de la gran mina del rico.
¡Perla! Que ya te desgastas
de balancearte en suspiros.
¡Perla! Que ya te derrumbas
bajo tu pecho sombrío
mientras se elevan cuarteles
y el mar se infecta de tiros.
¡Piedra que miras al cielo
como arrabal desteñido…!
El color rojo se tiende
en tinte de último aviso
sobre el puñal de tus noches
y tus puntales caídos.
Al otro lado del mar
nos duele tu sed de siglos.
Tu voz resuena más lejos
que los cañones temidos.
En la antesala del mundo
ya anuncia el sol colectivo.
¡Perla! ¡Levanta tus manos
y alza tu dolor en bríos…!
Proyecto creativo: Leer es un tipo de mirada
Leer es un tipo de mirada; igual que mirar es un tipo de lectura. Partiendo de esta aseveración, te proponemos lo que sigue a continuación.
Leer es mirar:
Busca la “Ley para declarar Monumento Histórico el Puente de Martín Peña, localizado en el K 8 de la Carretera 25 Avenida Ponce de León entre Hato Rey y Santurce” (Ley Número 110 del año 2007). Presta particular atención a la descripción que se hace del puente en la sección titulada “Exposición de motivos”. A continuación el fragmento más importante:
Su construcción consta de vigas de acero expuesto con tablero y soportes en hormigón. Sus elementos decorativos son propios del “art deco”, estando los más llamativos en los pilares monumentales de las esquinas, decorados éstos con medallones y bajo relieves por ambos lados. Tiene fachada y faroles decorativos en hormigón y una barandilla tipo balaustrada.
Intenta lo siguiente: mientras alguien de la clase lee esa descripción, procura imaginártela y trazar como puedas un dibujo siguiendo lo que escuchas. Luego, haz una búsqueda por internet de fotos del puente y discute con tus pares cómo mirar las fotos corrobora o no la perspectiva que te habías forjado en la mente mientras leías/escuchabas la descripción.
Mirar es leer:
Si es posible y apropiado, planifica con tus pares de clase un viaje al Puente Martín Peña. Ubícate en él como lo hizo la voz poética (desde el puente mirando hacia abajo) y observa con detenimiento el entorno. Hazlo en silencio, que solo se escuche el ruido urbano. Lleva el poema y léelo silenciosamente mientras estás ahí. Toma una foto de lo que ves desde el puente. Al día siguiente, mira la foto y redacta a mano todo lo que recuerdes de dicha experiencia. Piensa en la descripción arquitectónica que leíste y cuán diferente es de lo que miraste. Con las fotos y escritos de todos planifica una exposición para tu escuela.
Una alternativa a la propuesta anterior (en caso de que no te encuentres geográficamente en Puerto Rico o no puedas desplazarte hasta ahí) es esta: busca fotos del puente en la internet, organízalas por fecha y reflexiona sobre los cambios que observas entre una época y otra. Hay tres recursos que no debes pasar por alto. El primero es la página de la Corporación del Proyecto ENLACE del Caño Martín Peña. El segundo es el G8. El tercero, Fideicomiso de la Tierra Caño Martín Peña. Puedes preparar un cronograma digital para publicarlo en un blog que lleves sobre este libro. Para ello consulta con las personas especializadas en referencias electrónicas de tu centro bibliotecario sobre este particular.