6 Producción oral (Hablar)

Objetivos

  • Expresar y fundamentar opiniones, sentimientos y percepciones.
  • Elaborar una conversación improvisada a partir de un texto escrito.
  • Ajustar el mensaje constantemente al público interlocutor.
  • Planificar una presentación oral a partir de una investigación.
  • Autoevaluar una presentación oral.

Introducción

Las conversaciones improvisadas son centrales en un salón de clases donde se persigue la reflexión, el análisis crítico y la colaboración para generar conocimiento nuevo. Estas conversaciones son un tipo de producción oral. Como sugiere “improvisada”, no hay tiempo para pensar mucho ni planificar. Generalmente la oportunidad surge más o menos de forma natural. Hay otros tipos de producción oral que, sin embargo, se deben estudiar y practicar porque son fundamentales en el espacio académico universitario y pre-universitario. Por ejemplo, las presentaciones orales o informes. Estos requieren planificación y adaptación al público, antes y durante la ejecución. El mismo hecho de que estén dirigidas a un perfil específico de personas, determina, en gran medida, que el público al que te diriges y el objetivo que persigues deben estar completamente alineados. Las actividades que te presentamos a continuación tienen como propósito prepararte para tu eventual desempeño en el mundo de las profesiones. Las personas profesionales deben ofrecer charlas, dirigir reuniones, en ocasiones participar en simposios y congresos, organizar actividades educativas para la comunidad; en fin, una amplia gama de eventos que se conducen a través de la vía oral.

Primero, vas a practicar una conversación informal con tus pares tomando como base el texto “Perfiles de México. Voces de México en Baltimore”. Como verás, este texto es casi la reproducción de una conversación casual que se dio entre Julia de Burgos y unos mexicanos en una estación de trenes en Baltimore. Te invitamos a analizarla críticamente desde la perspectiva del momento actual. Hay muchas partes que pueden resultar chocantes hoy día. Canalizarás el análisis en una conversación con tus pares de clase que, aunque informal, debe ayudarte a entender cómo se trabaja el foco cuando estás presentando tu punto de vista. En segundo lugar, pondrás en práctica las sugerencias ofrecidas para elaborar un proyecto oral más formal. Para estos fines usarás el texto “Iris y Paloma caminan por Harlem”.

Becoming Julia

El libro Becoming Julia de Burgos: The Making of a Puerto Rican Icon presenta un amplio estudio sobre Julia de Burgos en Nueva York. Te invitamos a que lo explores.

 

Perfiles de México. Voces de México en Baltimore

Es mediodía en Baltimore. Los trenes se van estirando sobre las vías cubriendo de ruidos la breve vida de silencio de una importante estación de ferrocarriles. Rueda el enjambre de soldados. Marinos y paisanos que invaden todas las plataformas. Rostros negros. Rostros negros de hermosas mujeres que barren el camino de los blancos. Rostros agitados de prisa y de cansancio en un vaivén de vueltas que choca por su uniformidad.

De pronto una mancha distinta del tono blanco y negro atrae mis ojos. Es una mancha india, sola y quieta, que, en un rincón disuelve la monotonía de la estación de Pennsylvania. Sin poder explicar por qué, mis planes avanzan con dirección definida.

–Parecen hispanos –me digo para mí mientras mi vista cae sobre un grupo de hombres de piel morena tostada por el sol, de rostros suaves y expresivos, de ademanes pausados que contrastan notablemente con el marco convulso de hombres y trenes que los circunda. Si algo de la emoción que sentí se me subió a los ojos en el instante en que llegué a ello, no es cosa de mi memoria. Sólo sé que aquella apacible mancha humana por rodar hacia mí total, con ojos encendidos y piel llena de alma.

–¿Es usted mexicana?

Brota la frase de labios de uno de ellos, al parecer el líder del grupo. En mis oídos la pregunta suena a música, en mi corazón se alegra de contenido humano y en mi mente se contesta con un saludo y un cariño hondo para aquellos hermanos hispanoamericanos.

–Soy puertorriqueña. Veo que son ustedes mexicanos. Somos paisanos de la América Hispana, pues.
–¡Oh, es usted Puertorriqueña! (sic), añade la voz primera.
–Puertorri…
–Puerto…
Sale casi a coro la voz de muchos labios.
–Sí, puertorriqueña, compañeros. Del mismo corazón de Puerto Rico me les ofrezco amiga y compañera.

Estoy un tanto sorprendida de encontrar en semejante sitio a un grupo completo de mexicanos, ya que en Nueva York las colonias hispanas se mezclan unas con las otras y es difícil encontrar un conglomerado exclusivamente de mexicanos, puertorriqueños o de cubanos. Pienso enseguida en la inmigración. Antes de que salga la pregunta la misma voz primera exclama:

–Vea usted, señorita. Somos todos mexicanos que hemos venido a trabajar hace unas semanas en las obras esenciales de guerra en las afueras de Baltimore. Somos por todos cuarenta compañeros. No hemos visto ninguna cara hispana, ni un periódico, ni nada. Por eso le hemos hablado. Perdone usted; es que todos los pueblos hispanos nos atraemos, sobre todo en estos sitios tan desolados de un alma que nos comprenda o nos quiera.

–¡Que (sic) coincidencia, compañeros! Precisamente, trabajo para un semanario progresista que se edita en Nueva York, cuyo nombre es PUEBLOS HISPANOS. En su nombre está su contenido, un poco más ampliado, pues nos consideramos pueblo hispano encajado al momento del hombre y del mundo que pelea libertades y justicias definitivas.
–¿Dice, usted, que trabaja en un periódico en español? Cómo quisiéramos verlo, señorita.
–Ese periódico tiene una página dedicada a México, compañeros. Precisamente en la primera página del número de esta semana aparece un retrato de Vicente Lombardo Toledano.
–¿Qué dice, señorita? ¿Del maestro? ¡Él es mi maestro!
–¿Del maestro?
–¿Del maestro?

Vuelven a sonar a coro las voces de los otros, ahora abiertamente en su totalidad.

Sí, de vuestro maestro, de nuestro maestro, del Vicente Lombardo Toledano de los trabajadores de Hispanoamérica, y por ende del mundo. Se encuentra ahora muy cerca de ustedes, encabezando la Delegación Latinoamericana a la conferencia que celebra en Filadelfia la Oficina Internacional del Trabajo.

–¿Sí señorita? Y dígame, ¿sabe usted si llegó el enviado de la Unión Soviética?

Esas palabras me conmueven profundamente. En todos los rostros está la pregunta. Hubiese querido abarcar en un solo abrazo a todos aquellos hombres hermanos. La imposibilidad de ello me lleva a abrazarlos espiritualmente en una mirada honda penetrante. Todos lo comprenden y lo sienten. Y es para uno en particular, para el de la voz primera, para el compañero Carlos Hernández E., un gran apretón de manos que más tarde pasará, a los otros, en sellos de confraternidad hispanoamericana y universal.

(Pueblos Hispanos, edición del 6 de mayo de 1944, vol. II, no. 64, p. 14)

Actividad 1: El foco en un intercambio oral

Después de leer cuidadosamente el texto anterior, piensa en cómo la autora elabora los siguientes temas:

  • La realidad laboral de los migrantes y las minorías en Estados Unidos.
  • La percepción de la escritora sobre la diversidad de pigmentos en el paisaje de la ciudad de Baltimore.
  • La hermandad latinoamericana para una puertorriqueña.

Elige uno de ellos y actualízalo, es decir, investiga cómo se percibe cada uno de estos temas hoy día en pleno siglo XXI. Plantéate comparar y contrastar lo que has averiguado con lo que era la percepción de Julia de Burgos en la década del 1940. Una vez que hayas realizado esa tarea de actualización, tendrás base para emprender el siguiente ejercicio.

Del tema que elegiste, selecciona un punto central. Resuelve si te decidirás por las semejanzas. Es decir, si compararás lo que encontraste con la percepción de la autora; o si te enfocarás en las diferencias, o lo que es lo mismo, si contrastarás. Podrías dejarte llevar por las siguientes plantillas basadas en las que sugieren Graff y Birkenstein para la redacción de textos académicos:

  • Me parece que la autora se equivoca cuando señala…porque no toma en consideración…
  • Aunque entiendo que Julia de Burgos asegure que …, hoy día…
  • Entiendo que la escritora tiene razón cuando dice que … porque mi experiencia…me hace pensar…
  • Su planteamiento sobre… es muy certero porque podemos ver que hoy día…
  • Aunque estoy de acuerdo cuando la escritora dice que…, no necesariamente acepto la parte en que señala que…porque…

Observa que al usar estas plantillas te evitas la tentación de hablar sobre diversos asuntos a la vez y diluir la fuerza de tu brevísimo mensaje.

Cuando te toque el turno de hablar, recuerda lo siguiente:

  • Circunscríbete al punto que has elegido.
  • Pruébalo con el texto y con tus referencias.
  • Cierra tu presentación, no la dejes como si ya no tuvieras nada que decir.
  • No leas ni permitas que parezca como que has memorizado. Esto te permitirá desarrollar confianza y evitar las divagaciones.

Todo el tiempo que dure tu intervención debes estar muy atento a las reacciones de tus interlocutores. Un buen presentador va haciendo ajustes según va captando la retroalimentación que le envía el interlocutor. Quien está de frente a sus interlocutores puede darse cuenta de si están aburridos, interesados, hostiles, confundidos, o asombrados. Parte del camino que hay que recorrer para ser efectivos comunicadores orales es acostumbrarse a la autoevaluación. A cada nueva oportunidad de hablar en público llevas las experiencias y lecciones de las anteriores presentaciones. Es un ejercicio constante de evaluación que te permite enmendar debilidades y afianzar tus fortalezas.

Iris y Paloma caminan por Harlem

Las dos muchachas llegadas recientemente de Sur América, y que en días pasados iniciaron su recorrido por esta ciudad de Nueva York con una visita al Museo Hispánico, sito en la Avenida Broadway y la Calle 156, dieron un viaje a su sed de curiosidad puramente artística, y clavaron sus pies por las duras calles y avenidas de Harlem. Solamente guardaron la localización de sus espíritus en la cosa latina, especialmente en la latinoamericana, que en Nueva York forma una sola familia sin fronteras, que es necesario unir más cada día.
En el corto tiempo que Iris ha estado en Nueva York, y además por el grandioso movimiento de justicia y derecho que gira en su patria de México y en toda la América Latina alrededor del gran líder obrero Vicente Lombardo Toledano, y al cual ella se inclina, se ha dado cuenta esta compañera de lucha redentora, que es la Colonia Puertorriqueña de Harlem la que ofrece más caracteres de tragedia social. Porque en el negro de Estados Unidos la persecución está centralizada en el color del pellejo, lo que implica naturalmente, la negación a todo su desenvolvimiento. Para el puertorriqueño, en cambio, el azote no tiene ni siquiera enfoque directo; es un azote mitad político y mitad bárbaro-pasión y cálculo mezclado para la liquidación de un pedazo del mundo completamente hecho en sus propias raíces, pero violado en su crecimiento natural.

El otro día Iris, con sus ojos de México ardiendo, esperaba en la puerta del Club Obrero Español, a su amiga Paloma, quien desde su llegada a este país, es concurrente asidua del club que mejor representa la lucha contra los traidores de su España.

–¡Olé, Palomita! ¿Sabes que me olvidé de la estación del “subway” de Lexington que me diste, y éste me llevó hasta la 116? Pero no me arrepiento, muchacha. Creí que era cerquita y vine caminando hasta aquí, la 102 y Madison, y he palpado un mundo completamente nuevo, que quiero estudiar más a fondo.

–¿Qué has visto? Yo no estoy familiarizada con esta parte de la ciudad, pues como te dije la vez pasada, no he tenido tiempo. Sé, por medio del Club Obrero, que aquí está el centro de la Colonia Puertorriqueña de Nueva York, muy sufrida, por cierto

–A eso es que vengo, Paloma. Desde que me conoces sabes que me ha gustado siempre, por inclinación irresistible, mezclarme con el pueblo, con la humanidad entera, y extraerles, casi sin misericordia, pero con el noble fin de ayudarlos, todos sus problemas, todos sus sentimientos…

–Y también sus pensamientos, chiquilla. Si te conoceré. Hasta el punto de que ya sé lo que pretendes.

–Bien sé que lo sabes, querida. Vámonos enseguida a recorrer juntas estas calles de Harlem. Quiero vivir de cerca y detenerme hoy en la vida que es casi toda dolor, del pueblo puertorriqueño en esta famosa barriada. Quiero sentir, a pleno corazón, con el pueblo hermano que hace tiempo quiero y vigilo.

Ven las viviendas casi inhabitables, sin ventilación, sin calor, sin seguridad, sin higiene, del pueblo puertorriqueño de Harlem…

Ven el aspecto férico (sic) de las viejecitas y los jovencitos que transitan las calles desde el naciente hasta el poniente de la vida, con la misma faz de espera inagotable…

Ven al niño mordido desde la infancia por el vicio ambiental, que en vez de destruirse se alimenta con dádivas como el “relief”, etc. que en nada remedian la verdadera entraña del mal social…

Ven por otro lado la humanidad, que contra la corriente destructora quiere unirse en fraternal abrazo, casi siempre proletario, organizándose para la verdad mientras traicioneramente es azotado por ráfagas y demagogos de sus causas.

Ven en el lado positivo, inspiradores grupos como los Clubs de Marcantonio, el Club de Hostos, el Club Obrero, La Mutualista Obrera, Pueblos Hispanos, que son y serán la vanguardia de la defensa de las clases explotadas y sufridas, especialmente la puertorriqueña.

Tanto vieron y tan conmovidas quedaron por tanta miseria y tragedia, que por esta vez les fue imposible el detalle completo. Nos prometieron regresar a nosotros, con el relato más fiel de todo.

(Pueblos Hispanos, edición del 12 de agosto de 1944, vol. II, no. 79, p. 3)

Actividad 2: La investigación como punto de partida

Lee cuidadosamente el texto “Iris y Paloma caminan por Harlem”. Este es un texto particular porque combina el interés que tiene la escritora en informar sobre la situación de los puertorriqueños en Harlem en la década de los cuarenta y sobre los centros de activismo que podían servirle a esa comunidad. A nuestros ojos de lectores del siglo XXI, este discurso puede sonar exageradamente dramático. Las “voces” de Iris y Paloma pueden parecer afectadas y hasta condescendientes, por ejemplo, cuando Iris afirma: “A eso es que vengo, Paloma. Desde que me conoces sabes que me ha gustado siempre, por inclinación irresistible, mezclarme con el pueblo, con la humanidad entera, y, extraerles, casi sin misericordia, pero con el noble fin de ayudarlos, todos sus problemas, todos sus sentimientos…”. Así es que toma tu tiempo en entenderlo considerando el momento histórico en que fue escrito y discútelo detalladamente con tus pares.

Una vez que hayas terminado ese proceso proponte, uno de los siguientes proyectos:

  • Investiga sobre la evolución del barrio de Harlem desde la década de los cuarenta hasta hoy.
  • Investiga sobre los grupos que menciona Julia de Burgos en el penúltimo párrafo de su ensayo.
  • Inventa dos personajes cualesquiera y sitúalos en una comunidad puertorriqueña que conozcas bien, ya sea del archipiélago o de la diáspora. Tus personajes deben recorrer el barrio y relatar con descripciones la actividad y el paisaje humano que se ve en el lugar, así como lo hizo la escritora en su artículo. Debes asegurarte de que tu escrito tenga un hilo conductor (recuerdo el foco) y una idea rectora.

Actividad 3: La planificación de la presentación oral

Una vez hayas elegido y trabajado sobre tu proyecto, planifica la presentación oral. Comienza por contestar el siguiente cuestionario:

  • ¿Qué mensaje quiero comunicar?
  • ¿De cuánto tiempo dispongo?
  • ¿Cuál es el perfil de mi auditorio? ¿Todos son mis compañeros de clase o solo algunos? ¿El docente está incluido? ¿Qué diferencia hace que también el docente sea parte de mi público?
  • ¿Tengo alguna información o idea de qué sabe o piensa mi público sobre lo que hablaré?
  • ¿Sé qué hará mi público con el mensaje que comunique? ¿Puedo esbozar alguna utilidad de mi mensaje para mi público?
  • ¿Qué quisiera lograr en mis oyentes? ¿Me basta solo informarles o pretendo algún cambio de opinión o apreciación por parte de ellos?
  • ¿Con qué estrategias cuento para apelar a mi público específico?
  • ¿He incorporado alguna instrucción específica que me hayan dado? ¿Cómo cambia eso mi planificación?

Una vez empieces a practicar tu presentación, piensa qué harás si:

  • Te das cuenta de que tu público no te atiende.
  • Te percatas de que varios o algunos de tus oyentes se muestran apáticos, desinteresados.
  • Percibes cierta confusión en algún oyente.
  • Compruebas hostilidad en algún rostro.

Si no sabes cómo resolver en el momento los primeros dos puntos (el público no te atiende o se muestra desinteresado), recuerda que es entonces importante tomarlo en consideración para tu autoevaluación. Por ejemplo, puedes tratar de reflexionar por qué piensas que hubo esas reacciones en el público y para la siguiente vez tomar medidas más específicas para tratar de evitarlo. Obviamente, ningún presentador puede plantearse convencer, agradar o interesar a todo el público, esto se refiere a cuando la conducta se vuelve generalizada.

Actividad 4: La autoevaluación de la presentación oral

Al terminar tu presentación, auto-evalúate usando la siguiente guía de preguntas:

  • ¿Fui preparado?
  • ¿Practiqué lo suficiente como para mostrarme relajado, espontáneo, conversacional? En cuanto a este último aspecto, recuerda que, en este caso, no nos referimos al registro sino a no parecer que se ha memorizado el texto. El registro en el aula debe ser formal.
  • ¿Mi presentación fue organizada?
  • ¿Mostré dominio sobre mi tema?
  • ¿Fui capaz de sonar convincente? ¿La retroalimentación del público así me lo indicó?
  • ¿Tuve en mente siempre mi objetivo?
  • Si era conveniente, ¿utilicé audiovisuales? En cuyo caso, ¿eran claros, pertinentes, estaban bien preparados?
  • ¿Mantuve el contacto visual con todo el público siempre?
  • ¿Utilicé un registro formal, pero no poco auténtico o afectado?
  • ¿Pude proyectar mi voz adecuadamente, tomando en consideración el espacio y la cantidad de personas que había en el público?
  • ¿Hay algún asunto que me molestó de mi desempeño?
  • ¿Cuál fue mi mayor logro?

Proyecto creativo: Panel de análisis

Para este proyecto vas a preparar un panel de presentaciones. Cada panel debe tener entre 4-5 estudiantes de clase. Quiere decir que, en un grupo, puede haber un total de 5 paneles. Con esos 5 paneles se puede coordinar un día de simposio. Se puede planificar y trabajar en las presentaciones a lo largo de todo el semestre de manera que el simposio se pueda ofrecer durante la última semana de clases. Lo ideal sería que fuera un evento para compartir con tu comunidad escolar o universitaria. Si estás en Puerto Rico, puede ser parte de las actividades de la Semana de la puertorriqueñidad en noviembre o durante la Semana de la Lengua, en el segundo semestre. Si eres parte de las comunidades de la diáspora en los Estados Unidos, puede ser un simposio durante el Mes de la herencia hispana. Ese es el concepto general pero lo más importante es que estarás trabajando poco a poco en tu propia presentación a lo largo de los meses. Tienes que ver este proyecto como un proceso por etapas progresivas.

En este punto del libro, has estudiado las cartas de Julia de Burgos y parte de sus artículos periodísticos. Todavía te falta explorar la poesía. Una vez termines todo, piensa en el tema sobre el cual te gustaría preparar la presentación que será parte del panel. Si cada panel se encarga de un tema en particular sería mucho más variado y enriquecedor. Por ejemplo, un panel puede encargarse de las cartas. Otro panel puede estudiar los artículos periodísticos y contextualizarlos dentro de lo que hoy día significan las comunidades diaspóricas para Puerto Rico. Y otro panel puede dedicarse a explorar temas nuevos en su poesía, diferentes a los que siempre se estudian.

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Desde el Caribe para el mundo: lengua y comunicación Copyright © 2024 by Carmen M. Rivera Villegas and Rocío Luque Colautti is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License, except where otherwise noted.

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